Pollo a la barbacoa

Receta ↓ Ángela Solar

¡Transforma tu cocina en una fiesta de sabores! Con nuestro pollo a la barbacoa, sentirás el calor del sol y el aroma de las brasas sin salir de casa. ¿Quién puede resistirse a su textura dorada y suculenta?

La preparación es tan sencilla como exquisita. ¿Te imaginas mordiendo un trozo jugoso y perfectamente sazonado? Y para ese toque maestro, no olvides añadir nuestra salsa barbacoa casera, la guinda del pastel para un pollo inolvidable.

¿Buscas el acompañamiento ideal? Te proponemos una sopa de lentejas que reconforta el alma o, si prefieres algo dulce, una tarta de chocolate casera fácil que hará las delicias de tus comensales. ¡No esperes más y aventúrate en este viaje culinario!

Los imprescindibles para tu pollo a la barbacoa

¡Manos a la obra! Para conseguir ese pollo a la barbacoa que te hará cerrar los ojos de placer, estos son los ingredientes que no pueden faltar:

• Pollo – ¿Pechugas, muslos, alitas? ¡Tú decides! Lo importante es que sean de buena calidad, porque sí, se nota la diferencia.
• Especias para la marinada – Aquí es donde entra tu toque personal. Mezcla pimentón, ajo en polvo, cebolla en polvo, sal y pimienta negra molida. ¿Te atreves con un poco de chile para darle chispa?
• Salsa barbacoa – Ya sea que te animes a prepararla siguiendo nuestra receta o que prefieras la comodidad de tu marca favorita, ¡asegúrate de que tenga ese punto ahumado que nos encanta!
• Aceite de oliva – Un ingrediente estrella que no solo hace que las especias se adhieran como un abrazo al pollo, sino que también le da ese dorado perfecto al asarse. ¡No escatimes!

¡Es hora de darle a tu pollo ese sabor inconfundible! La marinada es el secreto para un pollo a la barbacoa de escándalo. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a preparar la marinada perfecta, ¡un verdadero tesoro culinario!

Mezcla los ingredientes de la marinada con cariño: pimentón, ajo en polvo, cebolla en polvo, sal, pimienta negra molida y ¡un toque de chile si te atreves! Personalmente, me encanta jugar con los sabores y añadir un poco de mostaza o miel para darle un toque único.

Una vez que tengas la marinada lista, adóbalo y déjalo reposar. ¡La paciencia es clave para que el pollo se impregne de todos los sabores! Yo suelo dejarlo reposar durante al menos 2 horas, pero si tienes tiempo, ¡deja que repose toda la noche!

¡Aquí tienes un consejo! Si quieres que tu pollo quede más jugoso, puedes añadir un poco de yogur natural a la marinada. ¡Tu pollo te lo agradecerá!

¡Llegó la hora de que tu pollo se luzca sobre la parrilla! La cocción del pollo a la barbacoa es un momento mágico en el que los sabores se unen y el aroma te transporta a un mundo de placer culinario.

Antes de empezar, asegúrate de que tu parrilla esté limpia y en buenas condiciones. Yo recuerdo los domingos de verano en los que mi padre preparaba la barbacoa para toda la familia, ¡qué tiempos aquellos!

Para cocinar el pollo a la perfección, debes controlar la temperatura. Si utilizas carbón, crea una zona de calor indirecto y otra directo. Coloca las piezas en la zona de calor indirecto y cocínalas a fuego lento hasta que estén casi listas. Luego, trasládalas a la zona de calor directo para darles el toque final y conseguir esa deliciosa costra dorada.

Los tiempos de cocción pueden variar según el tamaño de las piezas de pollo, pero como regla general, calcula entre 20 y 30 minutos por cada 500 gramos de pollo. ¡No olvides usar un termómetro de carne para asegurarte de que el pollo esté bien cocido!

Aquí tienes un truco para un pollo aún más jugoso: ¡unos minutos antes de sacarlo de la parrilla, puedes rociarlo con un poco de cerveza o refresco de cola! Esto creará una capa protectora que mantendrá la humedad del pollo y le dará un sabor único.

¡A la barbacoa es una delicia que puede disfrutarse con una variedad de acompañamientos! Personalmente, me encanta servirlo con una ensalada fresca de coles de Bruselas y manzanas. La combinación de texturas y sabores es simplemente deliciosa. También puedes optar por unas patatas asadas al romero, que quedan perfectas con el sabor ahumado del plato principal. Si prefieres algo más ligero, una guarnición de verduras a la parrilla es una excelente opción. ¡No olvides el pan de ajo para mojar en la salsa barbacoa!